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LA LITERATURA FOLCLÓRICA III.

BREVE HISTORIA DE LA LITERATURA FOLCLÓRICA

A continuación vamos a hacer un pequeño viaje por la historia de la literatura folclórica, igual que lo hicimos en entradas anteriores con los textos de autor, por ejemplo.
Es difícil hablar de textos folclóricos Españoles, ya que es difícil también saber a ciencia cierta el origen de algunos cuentos, ya que pasan de boca en boca y son de tradición oral. Podemos encontrarnos con la duda de si el cuento es de tradición española o si pertenece a la tradición europea en general.

La primera persona de la que tenemos que hablar es PERRAULT (s.XVIII Francia). En este momento de la historia, el rey de Francia fue el primer rey que creía que su reinado provenía por la obra de Dios y pensaba que todo el mundo estaba hecho para hacerle feliz. ¿Qué ocurre? Pues que una forma de entretener al rey era contarle historias y aquí es donde aparece Perrault, un cortesano al que se le daba bastante bien esto. Perrault les daba clase a los niños que vivían en la Corte, era un hombre muy religioso y tenía un planteamiento muy humanista de la vida.
En esta época, la Corte, digamos que vivían de una forma un tanto “libre” y Perrault se sentía en la obligación de volver a encauzar a estas personas, de moralizarles de una forma u otra.


Así que, se dedicó a recopilar historias para contárselas, historias como:
  • Historias de la nodriza de su hijo
  • Cuentos de Giambattista Basile (literatura italiana de cuentos cortos)
  • Narraciones de Boccacio.
  • Leyendas celtas.
Perrault, selecciona una serie de historias, unas 20 más o menos y las reescribe, las adapta, con el objetivo de convertirlas en moralizantes. Con esto quiero decir, que si vemos un libro de Perrault, tenemos que saber que él no es el autor de los cuentos, él únicamente adapta una serie de cuentos según su pensamiento. Seguidamente, publicará el libro “Contes de fees” (cuentos de hadas). En sus cuentos moralizantes y para que quede más claro lo que quería transmitir, añade una moraleja al final de la historia. La verdad es que las cosas dichas dos veces, se quedan mejor, eso pensaría Perralt.
Por ejemplo, en el cuento de Caperucita Roja la moraleja que escribe al final es la siguiente:

Aquí vemos que la adolescencia,
en especial las señoritas,
bien hechas, amables y bonitas
no deben a cualquiera oír con complacencia,
y no resulta causa de extrañeza
ver que muchas del lobo son la presa.
Y digo el lobo, pues bajo su envoltura
no todos son de igual calaña:
Los hay con no poca maña,
silenciosos, sin odio ni amargura,
que en secreto, pacientes, con dulzura
van a la siga de las damiselas
hasta las casas y en las callejuelas;
más, bien sabemos que los zalameros
entre todos los lobos ¡ay! son los más fieros.

Creo que con esta moraleja queda claro que las jóvenes tenemos que tener mucho cuidado con los “lobos” que nos crucemos por el camino.

Continuamos en Francia y es que en ese mismo momento hay una serie de autores que hacen también una serie de libros como el de Perrault. Por ejemplo, “El amigo de los niños” de Armand Berquin, libro en el que encontramos el cuento “El lobo Blanco”.
O por ejemplo el cuento que hace Madame LePrince, sobre un mercader con 3 hijas llamado “La bella y la Bestia” estos dos cuentos son muy parecidos pero hay diferencias en el final de la historia, ya que los matices que aporta esta última son mucho más bonitos, desde mi punto de vista, que los que hace Armand Berquin. Creo que sin estas versiones, Disney no hubiera hecho nada y leerlas o escucharlas estaría bastante bien si quieres enterarte de cómo empezaron estas historias realmente.
                                               La bella y la bestia de Madame LePrince.

Nos vamos a otro país, Inglaterra y es aquí donde surgirá la primera librería dedicada a niños y jóvenes. Esa misma librería edita libros también y aquí vamos a hablar de John Newberry  que editó libros, como por ejemplo, cuentos folclóricos ingleses.  En este mismo lugar, surgió también la primera revista para niños, donde aparecerían cuentos, por supuesto, moralizantes. La aparición de esta librería es algo bastante importante porque es otro reconocimiento más a favor de los niños.

Y por último vamos con España, donde también teníamos lo nuestro. En nuestro país, tengo que nombrar a Iriarte y Samaniego que hicieron unas fábulas a los malos poetas que no se ceñían a la estructura literaria y también hicieron Las fábulas morales de Samaniego, realizadas por un encargo del seminario de nobles. Estas fábulas las hizo Samaniego para que los niños que estudiaban en el seminario de nobles, aprendieran de los cuentos una serie de enseñanzas moralizantes.
También podemos nombrar los ALELUYAS, que eran unas hojas que se les daba a los niños, donde aparecían las vidas de los santos en dibujos y unos pequeños versos que lo explicaban todo.


EL SIGLO XIX.

Cambiamos de siglo y las circunstancias culturales nos hacen llegar a un movimiento cultural, artístico, ideológico y político que se pone de moda en toda Europa y que nació en Alemania à EL ROMANTICISMO.

Está claro que un movimiento de esta envergadura afectará a muchos ámbitos de la vida del momento y que 2 palabras serían clave: AMOR y MUERTE.
La idea que solemos tener del Romanticismo es tal vez un poco ñoña, dulce, en fin, demasiado “romántica”, pero la verdad es que es mucho más compleja.

Los Románticos del momento se consideraban revolucionarios y rebeldes (llevaban el pelo largo, con un aspecto desaliñado, perillas…) y es que todo esto está ligado a la política y al nacionalismo. Estos rebeldes románticos (que raro suena, ¿verdad?) eran nacionalistas de su país y ¿qué tiene que ver esto con LOS HERMANOS GRIMM? Pues que eran dos hermanos que vivían en Alemania, eran filólogos, dos personas muy serias y nacionalistas. Su seriedad la podemos comprobar al ver que una de sus obras más importantes es el Diccionario Oficial de Alemania.
En este momento, con los nacionalistas, surge la voluntad de ensalzar y proteger lo Alemán. El caso es, que en un determinado momento, un editor, les propuso a los Hermanos Grimm hacer una antología de cuentos folclóricos alemanes con una intención meramente conservacionista (que no se perdieran con el tiempo).

Estos, se lo pensaron y aceptaron la propuesta ya que les parecía un proyecto muy bonito para realizar. Se pusieron manos a la obra y consiguieron reunir una colección de cuentos bastante grande y realizaron un libro: “Cuentos del niño y del hogar”
Se publica este cuento y como lo estaban haciendo con una función conservacionista, pues no estaban adaptados ya que se limitaron a redactar las historias y la versión era completamente fiel a lo que habían recibido.

Este libro se vendió súper rápido entre los jóvenes (10-12 años) y los profesores que necesitaban libros de lectura para sus aulas, pues los usaron como una opción, aunque claramente no eran infantiles. Los usaban porque eran fáciles, cortos y era una buena opción de “ocio” en la escuela.

Se terminó la primera edición y se sacó una segunda y ocurrió algo que obligó a cambiar el planteamiento d estos cuentos. Al comprarlos tanta gente y leerlos tantos niños, algunos padres pensaron que este libro no estaba hecho para que lo leyeran sus hijos ya que tenía temas como la violencia, el sexo, incesto, violaciones…temas que no eran adecuados para la infancia. Estos padres le escribieron a la editorial y le dijeron a los hermanos Grimm que cambiasen algunas partes del libro.
Ellos dijeron que la intención del libro era meramente conservacionista como he dicho antes y no para que lo comprasen niños.
Pero por unas cosas o por otras hicieron una especie de “limpia” en algunos cuentos (Ej. Hansel y Gretel al principio es la madre la que les hecha de casa y más tarde será la madrastra, que es menos cruel) se recortaron también algunas escenas de violencia o sexo gratuito y se hizo la 3ª edición.

Con el paso del tiempo, los Hermanos Grimm tuvieron que rectificar en sus obras, ya que se equivocaron al delimitar un folclore tan concreto como es el alemán ya que dieron por cuentos alemanes, algunos que pertenecían a otros lugares. Por ejemplo, Caperucita Roja o La Cenicienta ya las puso Perrault en su libro y un siglo después aparecieron como si estas historias fueran alemanas en el libro de los Hermanos Grimm.

Esto no quiere decir que hicieran un mal trabajo, al revés, lo que hicieron fue recopilar cuentos folclóricos de Europa, pero contados desde la versión que había en Alemania.

Se hicieron muchas más ediciones y todos los cuentos que les legaban, los iban incluyendo en sus libros. Hay que decir, que son los recopiladores más conocidos, más famosos y más estudiados.

En Alemania, no solo estaban los Hermanos Grimm, también encontramos otros autores del folclore como Hoffmann que publicó su libro à CUENTOS FANTÁSTICOS, y el más conocido dentro de este es CASCANUECES.

Sin embargo en Dinamarca el genio del folclore fue Hans Christian Andersen y lo situamos en la segunda mitad del s.XIX. En la zona del norte de Europa no tuvo mucha importancia el Romanticismo, pero si la tuvo el Realismo y claro lo que se hacía era reflejar en los escritos la realidad. Mas o menos la mitad de la obra de Andersen es propia, es de autor y uno de sus famosos cuentos es “La pequeña Cerillera”.  Sin embargo la otra mitad de su obra, son adaptaciones muy suyas de los cuentos folclóricos (Ej. “La reina de las nieves”) Andersen se caracteriza por que le atraían las cosas tristes y la mayoría de sus cuentos terminaban mal. Por ejemplo, en la historia de “El patito feo” lo que hace es una autobiografía de cómo se sentía él en su interior y en la vida que le había tocado vivir. Él se siente repudiado durante su vida y al final encuentra un mundo en el que vivir más o menos bien. El patito feo lo escribió él, no es una adaptación de ningún cuento.

Otra cosa a destacar de Andersen es que es el patrón de la Literatura Infantil y se celebra el día de su muerte. El premio Nóbel de literatura infantil, lleva su nombre y esto es un honor para Dinamarca. A él le ocurría algo parecido a los hermanos Grimm, y es que cuando escribía, no lo hacía pensando en los niños, sino que al inspirarse en el folclore, pues atraía a los niños y estos compraban sus obras.

Volvemos a hablar de España, pero esta vez de lo que ocurrió un siglo más tarde. A principios del s.XIX, fue una mujer la que más se dedicó a la Literatura folclórica, Cecilia Bohl de Faberh. Era la hija de un folclorista europeo y se dedicó un poco más al folclore infantil. Lo que hizo fue recoger poemas, oraciones, escritos y algunos cuentos de su época. Ya sabemos que la mujer siempre a estado infravalorada con respecto a los hombres, así que ella decidió ponerse un pseudónimo que utilizaría para ser reconocida: Fernán Caballero.

En la segunda mitad de este siglo, además de Calleja, del que ya hemos hablado, está también el Padre Coloma (sacerdote) que entendió que se podía educar a los niños en las casa y en las escuelas, a través de los cuentos. Lo que hizo fue seleccionar unos cuentos folclóricos que le servirían para enseñar y moralizar a los niños de la época. Hizo más o menos lo que Perrault, solo que su moralización es más religiosa que otra cosa. Por ejemplo, cambia las hadas, por los ángeles, o por la virgen María y coge a los personajes malos de los cuentos y los convierte en el mismísimo Satanas.
El demonio recibía el nombre de Pedro Botero y es el típico demonio que todos nos imaginamos cuando somos pequeños.
Además remarca mucho los valores y lo hace para que quede claro lo que quiere enseñar. A veces, al final de sus cuentos, ponía una pequeña moraleja y otras veces quedaba tan claro, que no era necesario.

Por fin hemos terminado con este recorrido por la historia, espero que haya sido interesante.


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1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Perfecto.

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